Yo solo conocía el bagre pero nadie me dio la razón. El señor Carrizosa, un pescador de toda la vida dijo, “eso es como una Sardinata…” y otro pescador respondió “¡eso, una muelúa!”. Después de una hora de trabajo, una discusión sobre la mueluda comenzó: ¿cómo es una mueluda? La discusión se comenzó a tejer con guadua, pita, cinta y amarres, ¿cómo son las aletas, la cabeza, la dentadura de una mueluda?. El resultado no fue solamente una Sardinata de aproximadamente 4,3 metros de largo por 2 de alto, el resultado fue una buena discusión de pescadores, una tarde de amigos a la orilla del río Magdalena, el sonido de la corriente, las sonrisas, una experiencia a recordar y un espacio encantador para volver.
La mueluda quedó allí, mirando al río y riéndose.
Esta crónica realizada por uno de los artistas del colectivo artístico, relata el día previo al encuentro que se realizó el 5 de Agosto en la Bahía 2 de la Avenida Pacho Mario en Honda. En la socialización estuvieron presentes los pescadores Mario Ramírez de 87 años y Felipe Campo de 18 años acompañados de aproximadamente xx personas, compartiendo relatos y las vivencias de la pesca como práctica económica y base de la supervivencia. Marcela Prieto de Cormagdalena fue la mediadora de esta conversación y posteriormente se realizó una práctica artística un espacio en donde participaron niños, jóvenes y adultos. Allí, a través de la intervención del pez en un espacio de uso común de la comunidad, se ha fortalecido un sentido de pertenencia y apropiación al territorio.
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