El Museo del Río Magdalena desde el momento en que inicia hace 20 años, en la sede en la ciudad de Honda, siempre ha tenido el anhelo de navegar con las historias, los saberes y los personajes que nutren el Río. Hoy, luego de 17 años de zarpar con una primera apuesta museográfica de 6 días de expedición, el museo retoma esta gran aventura con la construcción de un museo itinerante, navegante, que esté presente con una programación cultural constante por las diferentes poblaciones ribereñas. Este nuevo proyecto cuenta con resultados de la primera fase Astilleros, donde se plantea el guion y diseño museográfico, que será socializado el próximo 25 de octubre en las instalaciones del Museo del Río en Honda, Tolima. Esta primera etapa de cuatro, ha sido apoyada por el Ministerio de Cultura, Programa Nacional de Concertación Cultural de 2019.
Hace poco más de cuatro años, con el cambio curatorial del museo en su apuesta por expandir el contenido de la Navegación y Rostros de un Río Mundo, nombre del guion actual del museo, ha llevado a visitar nuevos escenarios para renovar la tarea pedagógica y contar las historias del río a las poblaciones más cercanas. En cabeza y corazón de Germán Ferro director del Museo y la producción de Paola Castillo, se han dinamizado las actividades con proyectos como Sabiendas y Subiendas – Oralidad en el Río Magdalena, apoyado por Cormagdalena en su edición de 2019, involucra a los diferentes personajes del río en la construcción misma de las piezas y la historia que narra el río.
La Avenida Pachomario, la Playa del Malecón, el Barrio Arrancaplumas, el Puerto Caracolí, en Honda y Puerto Bogotá y Ambalema, han sido algunos de los territorios donde el Museo del Río Magdalena ha podido recoger y reproducir historias en la voz propia de los actores del río, como alfareras, pescadores, cocineras, navegantes, entre otros, a través de ejercicios de pedagogía expandida acompañados de prácticas artísticas, con una fuerte presencia de la mesa curatorial que nació de estos encuentros de saberes. Esto ha permitido sentar a varios personajes a pensarse un museo itinerante. De manera que ha sido un trabajo co-curatorial con la gente del río, que hoy se plantea diversas posiciones a partir del contenido de este nuevo guion, frente a las principales situaciones como el medio ambiente, sus rostros, la navegación, la historia, la tradición oral y sus oficios.
Ahora, el proyecto es aun más ambicioso, pretende navegar río arriba y río abajo por el cauce más largo de Colombia, visitando las poblaciones ribereñas del Magdalena, viajando, recogiendo y compartiendo con emoción una apuesta museográfica de creación, conocimiento, memoria y alegría que apenas comienza a navegar.
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