Las Sabiendas y Subiendas del río magdalena estarán expuestas hasta el 5 de diciembre el Honda El río Magdalena es alimento, es vida, es conección, es arte, es cultura y tradición. Hace más de tres años surgió en Germán Ferro Medina y Margarita Reyes las ganas de recoger los saberes que trae la corriente del afluente más importante de Colombia y han trabajado incansablemente en el nuevo guión museográfico, rostros de un río mundo en el Museo del Río Magdalena en Honda – Tolima.
Celebración 3 años de renovación, Exposición Sabiendas y Subiendas
Celebración 3 años de renovación, Exposición Sabiendas y Subiendas
El pasado sábado 24 de noviembre, se celebró en el Museo del Río Magdalena en Honda, los tres años de renovación de el guión museográfico. Para conmemorar este tiempo de trabajo, de conocimiento y aprendizaje se decidió abrir la exposición temporal Sabiendas y Subiendas, un proyecto que surgió de esta misma necesidad de reconocer y recuperar los saberes orales del territorio que abarca el vasto río. Sabiendas y Subiendas fue la primera versión de un proyecto, liderado por Germán Ferro, director científico y curatorial del Museo, acompañado de un equipo de gestores y artistas: Paola Castillo, Ingrid Torres, Laura Wiesner, Frey Español, Andrés Mora y la importante congregación de la mesa curatorial comunitaria conformada por sus pescadores Raúl Rondón, Alfredo Carrizosa; Marcela Prieto de Cormagdalena, Olga Devia del sector cultural; Liliana Amado con su trabajo comunitario, María Oliva Hernández de instituciones educativas, también contó con el apoyo de Margarita Reyes del ICANH. Esto resultó en ocho maravillosas jornadas donde los principales personajes en la mesa de creación fueron los actores mismos de río, quienes con sus oficios se encargaron difundir las tradiciones, que por años han sido cultura de los colombianos que tuvieron la fortuna de crecer al lado de un largo torrente.
Se contaron historias y se abrazaron los árboles propios de la región, durante una jornada con estudiantes hondanos. Se aprendió de medicina tradicional con los conocimientos sobre hierbas y plantas de Fanny Gonzáles en la popular plaza de mercado de Honda. Fernando “La Garza” García y Divier Aguirre construyeron una canoa a la que participantes del encuentro bautizaron como la SabiHonda. Con Nelly Rubio y Alfredo Carrizosa prepararon un pescado típico con sabor a río. Los pescadores Jorge Trujillo “Carreritas y Exael Olaya “Jirigüelo” contaron sus relatos de navegación y travesía por el bello oficio de la pesca en el río. Y con la arena del río se moldearon piezas de alfarería con la dirección de Carmen Prada, Alfarera de la Chamba Tolima quien mostró cómo las artesanías han sido documento histórico de las tradiciones de las comunidades del río. Felipe Riocampo de 18 años estuvo en una conversación con Mario Ramírez de 87 años, en un diálogo de sus prácticas y vivencias como pescadores que luego abriría la sesión para un trabajo colectivo, donde confluyeron dos generaciones para la creación de un pez de más de seis metros con los cables coloridos con los que se tejen las típicas mecedoras a lo largo del Magdalena, este pez hoy se reconocido como la Santa Muelona.
Estas bellas piezas artísticas y documentales fueron traídas a la sala de exposiciones temporales del Museo desde la corriente del Gualí al encuentro con el caudaloso Magdalena, representada por una caravana de personas y música tradicional local. Las calles de Honda fueron testigo del esfuerzo del Museo del Río Magdalena por recoger los conocimientos y tradiciones que han sido parte de la identidad cultural, la dinámica social y económica de todas las comunidades a lo largo y ancho de la corriente. Al al ritmo de fandangos, cumbias, porros, bambucos y guabinas se caminó con la comunidad por las calles de Honda hasta el Museo para instalar a la Santa Muelona y La SabiHonda. En la sala temporal de exposiciones un río de palabras se disponía en el espacio agrupando el lenguaje del río, los apodos, los nombres de lugares de pesca, los tipos de peces, herramientas entre otras categorías, a la espera de la canoa y el pez que los mismos pescadores instalaron.
Con rajaleñas del grupo Aires de Rumichaca de Neiva, los asistentes a la octava jornada de Sabiendas y Subiendas, Cuando el Río Suena, bailaron y hasta tuvieron la oportunidad de tocar algunos instrumentos. Aprendieron de la mano de La gran Familia y Brisas del Magdalena, agrupaciones musicales de la región, de dónde vienen esos sonidos típicos que trae la corriente de río.
Esta exposición estará abierta al público hasta el 5 de diciembre gracias al apoyo del Programa Nacional de Estímulos, Cormagdalena y Tecnorental. Estas piezas se han convertido en objetos de referencia de las propias comunidades, estos actores se han empoderado al escucharse y escuchar a los otros y al hacer parte de estos actos simbólicos que representan la memoria de una cultura y sus tradiciones. En voz de uno de ellos, Raúl Rondón, se espera larga vida para Sabiendas y Subiendas – Oralidad en el Río Magdalena.
Juanita Eslava – Paola Castillo
Galería Fotográfica
Fotos Juanita Eslava
CUANDO EL RÍO SUENA fue el nombre del evento con el que celebramos los tres años de renovación del Museo del Rio Magdalena y el cierre del proyecto Subiendas y sabiendas en Honda.
Al ritmo de trompetas, clarinetes y tambores recorrimos las calles de Honda en procesiones con La Santa Mueluda (gran pescado) y la Sabihonda (canoa). Cada una tomo su ruta emulando el curso de dos ríos, el Magdalena y el Gualí, para luego encontrarse estrepitosamente mezclando sus aguas río abajo. Así fue el encuentro de las dos bandas pelayeras de Honda, sus instrumentos chocaron en tonadas disonantes para luego continuar juntas la procesión hacia el Museo del Río entonando al unísono la piragua … Me contaron los abuelos que hace tiempo, navegaba…
Los Músicos de Honda se tomaron todos los espacios del museo y la Santa Mueluda y la Sabihonda irrumpieron en la sala temporal, entraron para quedarse unos días con el permiso de sus dueños, los pescadores, quienes las esperan ansiosamente para que acompañen sus fiestas navideñas.
Afuera, en el patio de la ceiba…
tiples, requintos y guitarras, el carángano y la marrana, anunciaban que otra parte del río sonaría entonando Rajaleñas, Bambucos y San Juaneros. Se trataba de la familia Cuellar quienes viajaron río abajo desde Neiva para unirse al gran festejo.
Porros, cumbia, rajaleñas, fandangos, chirimías, tonadas inspiradas en el gran río y sus gentes, que en otras épocas sonaron río arriba y río abajo en champanes y vapores, hoy tercamente siguen siendo interpretadas por bandas conformadas por grupos de familia y amigos que, por disfrute, por gusto, o por ganarse unos pesitos, siguen alegrando las riberas y calles de algunos pueblos y ciudades, mostrando cómo es la vida CUANDO EL MAGDALENA SUENA.
Margarita Reyes S.
Curadora Museóloga
Asesora del Museo del Río Magdalena
Fotos: Beat Presser
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Celebración 3 años de renovación, Exposición Sabiendas y Subiendas
El pasado sábado 24 de noviembre, se celebró en el Museo del Río Magdalena en Honda, los tres años de renovación de el guión museográfico. Para conmemorar este tiempo de trabajo, de conocimiento y aprendizaje se decidió abrir la exposición temporal Sabiendas y Subiendas, un proyecto que surgió de esta misma necesidad de reconocer y recuperar los saberes orales del territorio que abarca el vasto río. Sabiendas y Subiendas fue la primera versión de un proyecto, liderado por Germán Ferro, director científico y curatorial del Museo, acompañado de un equipo de gestores y artistas: Paola Castillo, Ingrid Torres, Laura Wiesner, Frey Español, Andrés Mora y la importante congregación de la mesa curatorial comunitaria conformada por sus pescadores Raúl Rondón, Alfredo Carrizosa; Marcela Prieto de Cormagdalena, Olga Devia del sector cultural; Liliana Amado con su trabajo comunitario, María Oliva Hernández de instituciones educativas, también contó con el apoyo de Margarita Reyes del ICANH. Esto resultó en ocho maravillosas jornadas donde los principales personajes en la mesa de creación fueron los actores mismos de río, quienes con sus oficios se encargaron difundir las tradiciones, que por años han sido cultura de los colombianos que tuvieron la fortuna de crecer al lado de un largo torrente.
Se contaron historias y se abrazaron los árboles propios de la región, durante una jornada con estudiantes hondanos. Se aprendió de medicina tradicional con los conocimientos sobre hierbas y plantas de Fanny Gonzáles en la popular plaza de mercado de Honda. Fernando “La Garza” García y Divier Aguirre construyeron una canoa a la que participantes del encuentro bautizaron como la SabiHonda. Con Nelly Rubio y Alfredo Carrizosa prepararon un pescado típico con sabor a río. Los pescadores Jorge Trujillo “Carreritas y Exael Olaya “Jirigüelo” contaron sus relatos de navegación y travesía por el bello oficio de la pesca en el río. Y con la arena del río se moldearon piezas de alfarería con la dirección de Carmen Prada, Alfarera de la Chamba Tolima quien mostró cómo las artesanías han sido documento histórico de las tradiciones de las comunidades del río. Felipe Riocampo de 18 años estuvo en una conversación con Mario Ramírez de 87 años, en un diálogo de sus prácticas y vivencias como pescadores que luego abriría la sesión para un trabajo colectivo, donde confluyeron dos generaciones para la creación de un pez de más de seis metros con los cables coloridos con los que se tejen las típicas mecedoras a lo largo del Magdalena, este pez hoy se reconocido como la Santa Muelona.
Estas bellas piezas artísticas y documentales fueron traídas a la sala de exposiciones temporales del Museo desde la corriente del Gualí al encuentro con el caudaloso Magdalena, representada por una caravana de personas y música tradicional local. Las calles de Honda fueron testigo del esfuerzo del Museo del Río Magdalena por recoger los conocimientos y tradiciones que han sido parte de la identidad cultural, la dinámica social y económica de todas las comunidades a lo largo y ancho de la corriente. Al al ritmo de fandangos, cumbias, porros, bambucos y guabinas se caminó con la comunidad por las calles de Honda hasta el Museo para instalar a la Santa Muelona y La SabiHonda. En la sala temporal de exposiciones un río de palabras se disponía en el espacio agrupando el lenguaje del río, los apodos, los nombres de lugares de pesca, los tipos de peces, herramientas entre otras categorías, a la espera de la canoa y el pez que los mismos pescadores instalaron.
Con rajaleñas del grupo Aires de Rumichaca de Neiva, los asistentes a la octava jornada de Sabiendas y Subiendas, Cuando el Río Suena, bailaron y hasta tuvieron la oportunidad de tocar algunos instrumentos. Aprendieron de la mano de La gran Familia y Brisas del Magdalena, agrupaciones musicales de la región, de dónde vienen esos sonidos típicos que trae la corriente de río.
Esta exposición estará abierta al público hasta el 5 de diciembre gracias al apoyo del Programa Nacional de Estímulos, Cormagdalena y Tecnorental. Estas piezas se han convertido en objetos de referencia de las propias comunidades, estos actores se han empoderado al escucharse y escuchar a los otros y al hacer parte de estos actos simbólicos que representan la memoria de una cultura y sus tradiciones. En voz de uno de ellos, Raúl Rondón, se espera larga vida para Sabiendas y Subiendas – Oralidad en el Río Magdalena.
Juanita Eslava – Paola Castillo
Galería Fotográfica
Fotos Juanita Eslava
CUANDO EL RÍO SUENA fue el nombre del evento con el que celebramos los tres años de renovación del Museo del Rio Magdalena y el cierre del proyecto Subiendas y sabiendas en Honda.
Al ritmo de trompetas, clarinetes y tambores recorrimos las calles de Honda en procesiones con La Santa Mueluda (gran pescado) y la Sabihonda (canoa). Cada una tomo su ruta emulando el curso de dos ríos, el Magdalena y el Gualí, para luego encontrarse estrepitosamente mezclando sus aguas río abajo. Así fue el encuentro de las dos bandas pelayeras de Honda, sus instrumentos chocaron en tonadas disonantes para luego continuar juntas la procesión hacia el Museo del Río entonando al unísono la piragua … Me contaron los abuelos que hace tiempo, navegaba…
Los Músicos de Honda se tomaron todos los espacios del museo y la Santa Mueluda y la Sabihonda irrumpieron en la sala temporal, entraron para quedarse unos días con el permiso de sus dueños, los pescadores, quienes las esperan ansiosamente para que acompañen sus fiestas navideñas.
Afuera, en el patio de la ceiba…
tiples, requintos y guitarras, el carángano y la marrana, anunciaban que otra parte del río sonaría entonando Rajaleñas, Bambucos y San Juaneros. Se trataba de la familia Cuellar quienes viajaron río abajo desde Neiva para unirse al gran festejo.
Porros, cumbia, rajaleñas, fandangos, chirimías, tonadas inspiradas en el gran río y sus gentes, que en otras épocas sonaron río arriba y río abajo en champanes y vapores, hoy tercamente siguen siendo interpretadas por bandas conformadas por grupos de familia y amigos que, por disfrute, por gusto, o por ganarse unos pesitos, siguen alegrando las riberas y calles de algunos pueblos y ciudades, mostrando cómo es la vida CUANDO EL MAGDALENA SUENA.
Margarita Reyes S.
Curadora Museóloga
Asesora del Museo del Río Magdalena
Fotos: Beat Presser
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